Ego.

Levantarte por la mañana con Too Close For Comfort en la cabeza, sintiéndote así, traicionada, utilizada. Ayer eras distinta, tenías amigos en los que confiar, que te querían, que te apoyaban en todo lo que te propusieses, los que ahora te acusan de egoísta. Egoísta, bien, analicemos esa palabra, según la RAE es una persona que tiene egoísmo lo que viene siendo Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás. 

Lo primero que me viene a la cabeza con esta definición es que, lo primero, yo no siento hacia mí amor alguno, es más, me infravaloro a más no poder, me critico y, cuando tengo un poco de autoestima me la bajo inmediatamente creyendo que estoy siendo egocéntrica.

Pero quizás eso signifique ser egocéntrica, no sé, tengo miles de cosas en la cabeza, momentos en los que quizá he sido egoísta sin darme cuenta, pero sé rectificar de mis errores y cambiar.

Amigos que te llaman egoísta y desaparecen para siempre no son amigos de verdad. Amigos son esas personas que tanto en tus momentos buenos como malos están ahí apoyándote sin que les digas nada, sin que les pidas.

Y luego de buena soy tonta. Doy todo por ayudar a una persona, intento sacar sonrisas de cualquier manera, pelear por la felicidad que ni siquiera yo tengo y luego así se paga.

Querer a alguien y que te lo arrebaten es lo más duro. A partir de ahora no daré mis sentimientos tan rápidamente, seré egoísta y me los guardaré para mí, para quererme a mí misma, y ahí es cuando podrán decir que soy una egocéntrica.