Lies, lies, lies.

Harta de esas mentiras que luego nunca llegan a ninguna parte.Eso de que te digan:-Eres especial, eres un mundo.
Y luego,¿qué?Pasar de tí a tope, que no te tengan en la cabeza como dicen, todo todo mentiras, que quizás, en el fondo tengan algo de verdad, pero de tanta repetición se vuelven en rutina, una rutina insana, cansina, agotadora.
Sí, puedo ser muy especial, pero una cosa es decirlo y otra demostrarlo, ¿no?
Venga, parad ya de intentar hacer feliz a una persona diciendo cosas que creéis que la satisfacen, porque en el fondo, no, no es así.
La gente es tonta para lo que quiere, pero los sentimientos, esos complejos que en el fondo nos gustan, están ahí, siempre, jorobándote, haciéndote feliz, de todas las maneras.
Así que, ya basta, basta de intentar hacer algo que al fin y al cabo no va a valer para nada.
Porque sí, la intención es lo que cuenta como dicen. Pero,¿acaso la intención es buena?